“Las cosas no cambian; somos nosotros los que cambiamos.”
Henry David Thoreau.
Nos pasamos la vida pensando que todos tienen que cambiar menos nosotros.
Esperamos que nuestros padres cambien.
Esperamos que nuestra pareja cambie.
Esperamos que nuestros amigos cambien.
Y se nos olvida algo muy importante:
El cambio empieza por nosotros mismos.
En el libro «Despierta el gigante interior», Tony Robbins (lo mencionaré mucho en este blog) habla de tres creencias importantes para tener un cambio perdurable desde nosotros.
Comencemos…
Si nada te ha funcionado, este es el momento de hacerlo diferente.
Antes de continuar, recuerda que las fórmular mágicas no existen.
Aquí tienes ideas para implementar en tu vida y dar la vuelta a la tortilla a esos eventos que escapan a tu control, empezando por ti mismo.
Prueba, comprueba y refuta.
No tengo la última palabra. Tony Robbins tampoco.
Primera creencia. Creer que algo tiene que cambiar.
No que «debería», o que «podría» cambiar, sino que tiene que cambiar absolutamente.
El debería de pone en posición de «algún día» y eso no lo encuentras en el calendario.
Por eso, nunca empiezas el blog que deseas, no tienes el peso que quieres y tampoco la vida que anhelas.
Los debería no cambian nada.
Los tengo sí.
Segunda creencia. No solo tenemos que creer que las cosas tienen que cambiar, sino que tenemos que creer: «Tengo que cambiarlo»
Por supuesto, no es fácil. Lo sé.
Soy experta en decir «Tengo qué» para terminar desmotivada una semana después.
Entonces, ¿cómo hacerlo?
Mi amigo Anders Mendoza me dijo hace poco que toda cosa que queremos hacer tiene un algo que nos empuja a conseguir ese «Tengo que».
Y para encontrarlo, la mejor herramienta es Los 5 por qué.
Ejemplo:
¿Por qué quiero tener un blog de infoproductos?
Porque quiero generar dinero sin que para ello tenga que dedicar mucho tiempo.
Y así, hasta llegar al 5 o hasta que ya no te queden opciones.
Volviendo a esta creencia, tenemos que convencernos de que tenemos que creerlo para que el cambio sea perdurable.
Tercera creencia. Tenemos que creer: «Puedo cambiarlo»
Para que el cambio se mantenga, tienes que creer que puedes cambiarlo.
Repito.
Tienes que creer que puedes cambiarlo.
Si no lo crees, puedes pasarte la vida intentándolo y no lo vas a lograr.
Y si acaso lo logras, será por poco tiempo.
Tony Robbins dice que estas tres creencias son vitales para llevar adelante todos nuestros deseos.
Y lo reitero yo que lo he aplicado.
Así que ya sabes.
Un cambio real comienza por uno mismo.
Parece un grano de arena del mar. Sin embargo, de grano en grano se forma la playa.
Las mejoras a pedacitos y constantes te llevan donde quieras llegar.
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